Hoy os presentamos la reforma de una vivienda algo peculiar: un antiguo taller de carpintería convertido en un loft. La iluminación y el propio espacio del local permitieron crear un hogar para vivirlo.
La cocina y el salón se situaron en un único espacio sin barreras. De esta forma, se ganó en luz natural y amplitud. El color blanco es el predominante en toda la reforma de la vivienda, tanto en escaleras, paredes como en mobiliario.
En el caso de la cocina, la pureza del blanco se combinó con la elegancia del acero inoxidable que se utilizó para la encimera y todos los electrodomésticos.
El toque rústico se mantiene con la pared de la cocina en piedra y las columnas de madera que, a pesar de pintarse en blanco, conservan la esencia antigua del local.
El blanco absoluto que predomina en toda la reforma se combinó con el suelo de microcemento que remata la sensación de limpieza general con la que cuenta la vivienda. Además, la iluminación indirecta en suelos y candilejas ayuda a diferenciar volúmenes.
Los baños mantienen la estética de la reforma y uno de ellos, fue construido en forma circular del mismo modo que se realizó el baño del estudio de decoración Iñaki F Biurrun situado en Igeldo.
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